El conocimiento puede ser utilizado para el bien o para el
mal… para la “compasión” no da alternativa... Se confunde "felicidad" con placer, desde el ego YOSOY, o humanos RESPONSABLES, maduros podridos, ahondando en el individualismo.
La SABIDURÍA es COMPASIVA, por lo tanto, no tiene alternativa… escucha el
grito angustiado de la vida (quien sea, lo que sea) y corre a SERVIR para
transformar… piensa, manifiesta y acciona para la totalidad… se sabe un SER
TRANSPERSONAL, sale de su OMBLIGO.
Cómo “SER FELIZ” mientras hay vida
sometida, oprimida, torturada, excluida, estigmatizada?
Aceptamos en gran terremoto social como aprendizaje?
Aceptamos en gran terremoto social como aprendizaje?
Estamos viviendo la maravillosa prueba oportunidad de
recordar la unicidad… por lo tanto, es un aprendizaje para dejar de sesgar la vida… "esto me gusta, me quedo, lo tomo; esto no me gusta, lo suelto, lo rechazo, huyo, me desentiendo".
Mentes entrenadas en no ver el aprendizaje que hay en todo lo que rechazamos...
Mentes entrenadas en no ver el aprendizaje que hay en todo lo que rechazamos...
El continuar buscando “felicidad” (placer) es un deseo del
kama-manas, el cuerpo de mente inferior aferrada al cuerpo denso de los deseos
apegados a la materia, identificada con el EGO, YOSOY "DIOS", la fuente, como quiera se le llame, sin cesar de ser yo.
Pensar es gratis… en guita… no es gratis darse cuenta cuánta
separación nos invade... dentro y fuera.
Duele… y hay que amar toda la tergiversación y confusión. Vinimos a transformar el sistema… desde lo individual y ayudando a los hermanos “rezagados” que son carne de cañón del mundo obsoleto, el mundo de los muertos. Y ellos nos muestran los efectos de no activar la pregunta... qué nos muestran?
Duele… y hay que amar toda la tergiversación y confusión. Vinimos a transformar el sistema… desde lo individual y ayudando a los hermanos “rezagados” que son carne de cañón del mundo obsoleto, el mundo de los muertos. Y ellos nos muestran los efectos de no activar la pregunta... qué nos muestran?
Amen humanos, como dice la familia de Santiago Maldonado.
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