1)
Sólo puedo transcender lo que re-conozco: ver NUESTRO EGO.
Ser…
Ser humano, ser coherente, ser auto-referente y Ser nuestra singularidad.
El
ego no es “malo” ni bueno. Es nuestra particularidad y tiene un propósito.
Reconocerlo,
aceptarlo y ver para qué nos sirven cada uno de nuestros rasgos… ver su propósito
es permitir ILUMINAR nuestra singularidad.
2)
“No hay afuera”.
Y… “hay
y no hay”… observo mucha confusión.
No
hay “afuera” si pretendo “cambiar” algo desde allí. Si parto desde ahí no
observaré MI PARTE, con lo cual, estaré intentando gestar algo NUEVO con algo
VIEJO = Inviable.
Sí
hay “afuera” cuando tomo consciencia de que con todo INTERACTÚO, sé que soy
parte, UNA PARTE de todo y, comienzo en mí esa transformación para irradiarla
afuera.
3)
Cambiar los sistemas, la sociedad
Veamos.
Toda vez que percibes que TIENE QUE CAMBIAR LA SOCIEDAD Y LOS SISTEMAS ¿te
des-vinculas o eliges vincularte comenzando a revisar cómo te vinculas?
¿Se
comprende el trabalenguas?
Se “sabe” que no hay transformación posible si no
comenzamos por el interior pero resulta que nos podemos confundir y elijamos
transformar desde la ilusión del des-vínculo. Se puede continuar “haciendo la
mía” y no asumo el vínculo.
Se
puede creer que se está HACIENDO la transformación de la PARTE de uno… y puede
resultar que sólo nos estemos desvinculando más. Parece contradictorio y por
eso se “cae” profundamente en ese error.
4)
LA SINGULARIDAD QUE SOMOS “mezclada” con los puntos anteriores
Si
abrazo que el proceso comienza en mí, debo reconocer mi nivel de individualismo
o unión.
Yo
soy un eslabón de los sistemas y de la sociedad, yo lo “alimento” con mis creencias,
hábitos, pensamientos y acciones, con todas esas “elecciones” que tomo en cada
instante (esto es muy profundo). Tengo que desmantelar mi SINGULARIDAD para re-conectarme con la totalidad.
YO
SOY PARTE. Y si en verdad asumo MI PARTE, comienzo a ver con nuevos ojos MIS
vínculos… observo si vivo desde el YO o el Nosotros. Y ahí comienzo a ver la implicancia de todo, absolutamente todo interactúa con el todo.
5)
Veo “mi mundo”
Comienzo o profundizo la observación de “mi sustento”, nos refiramos a las relaciones, trabajo, comida,
“basura”, ropa, casa, hábitos para “distraerme”, “elecciones” constantes y allí
observo cómo interfiere Mi mundo con el Todo, con los Otros. De adentro hacia afuera.
Tenemos
que observar cuánto alimentamos “los sistemas” que fagocitan sin límites, contaminando,
excluyendo (supermercados, canales basura, marcas, comida basura, combustible,
etc.). Esto es simplemente a modo de ejemplo.
¿Cuánto
soy parte de ese sistema que “digo” que tiene que transformarse?
6)
No sufrir: todo un tema el desapego que tiene infinitas capas
Mientras
se esté en la búsqueda de “no sufrir”, “no sentir”… sin rever quién soy, lo que
haremos será profundizar más el des-vínculo ilusorio con todo, todos y todas.
Parte de un eslabón que contiene una parte de verdad: sufrir no sirve… pero se
confunde desapego con des-vínculo.
El desapego al ego es AMAR SIN CONDICIONES y sólo puede Amar quien
va recordando que el Otro soy YO. Sea un árbol, un mendigo, una mariposa, el
aire, el agua.
En nombre de EMPODERARNOS se puede elegir la separación más
extrema y esta confusión deviene de una consciencia inquieta que busca y no
encuentra… “huye” de lo que ES por temor
a sentirse unido a los Otros!!!
7)
Lo esencial: Somos LUZ, información
¿Observas
cómo respiras? ¿Lo hacemos sabiéndonos dentro de esta gran sopa de la cual somos
un fideo que sí importa? ¿Eres consciente de cómo inter-actuamos con la energía
simplemente por estar? Nuestra presencia irradia constantemente como lo hace
todo en el UNIVERSO. Damos una nota que afina o desafina.
Todo gira… puedo elegir girar en la misma frecuencia, repitiendo
el mismo círculo y puedo elegir girar elevando mi traje, elevando mi nota y
acoplándome a la gran SINFONÍA.
Elegimos infinidad de potenciales, los tomamos y los irradiamos.
Transformar un potencial en un PROPÓSITO CONVERGENTE es encontrar la nota donde
vibro más alto.
Con amor
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